miércoles, 12 de marzo de 2014

Por miedo a SOBREPROTEGER a veces se DESPROTEGE

Existe un gran miedo a la sobreprotección. En especial lo escucho de pediatras, psicólogos, maestros, y esto es reproducido por muchos padres. 

Es muy delgada la línea que separa la sobreprotección de la desprotección. Sin embargo, en el medio esta lo más importante que es: LA PROTECCIÓN. Es necesario pensar el límite entre ellas, debido a que se observa que en muchas ocasiones por miedo a sobreproteger se expone y se deja solos a los niños. 



Nuestra función como padres es darle la mano a nuestro hijo para acompañarlo en el crecimiento. 

SOBREPROTEGER significa apretar su mano tan fuerte de manera que no puede avanzar. Ese apretón lo único que transmite son los miedos de esa mamá o ese papá. Este apretón no permite que el niño se pueda soltar y andar solo cuando esté listo. 

DESPROTEGER implica soltar su mano antes de tiempo y empujarlo a resolver solo una situación para la cual no está capacitado aún. Esta mano empuja a enfrentar el obstáculo con miedo y en soledad. De esta forma no se está atento a las necesidades de los niños y se les genera un gran desamparo. 

El equilibrio está en PROTEGER, que es darle la mano para sostenerlo en cada paso que lo necesite. Es acompañar en sus avances, darles sostén, y que sepan que uno está junto a ellos cuando lo necesitan. Es tomar su mano con la fuerza necesaria para que pueda soltarse cuando esté preparado para hacerlo. Es dar la mano ni muy apretada ni muy suelta, sino con la fuerza necesaria para caminar a la par hasta que sea SU momento en el que pueda soltarse. Ni antes ni después. 

Es necesario estar atentos y tener cuidado de que el miedo a estar sobreprotegiendo no nos lleve a desproteger y soltar la mano antes de tiempo. 

Lic. Mariela Cacciola 
Psicóloga especialista en maternidad, crianza e infancia.