domingo, 3 de agosto de 2014

Una experiencia cotidiana para pensar que nos dicen los hijos con sus comportamientos


Les comparto una situación que nos contó una mamá en unos de los talleres virtuales “La comunicación de los límites”
Esta mamá nos relata una experiencia cotidiana muy útil para poder pensar cuánto nos necesitan nuestros hijos y que muchas veces sus “malos comportamientos” es la única manera de expresarnos que algo les está pasando. 
Nuestro desafío es descubrir lo que le sucede.



Primer mensaje de la mamá en el foro del taller: Hola a todas! Les cuento algo que pasa todos los dias. Que es una de las cosas que más me hace creer que necesitamos ayuda... Acuesto a los nenes (5 y 8 años), entre las 20 y 21 hs. A la mañana entran a las 7:50 los dos. La escuela está de pasada al jardín de infantes. Empiezo a llamarlos a las 6:30. El nene, el de 5, se despierta, se levanta, toma la leche y lo visto en 20 minutos. Y la nena, mientras esto sucede, sigue acostada, si no es dormida, sigue acostada remoloneando. Le explico que se nos va la hora de prepararnos, que hay que llegar a horario. Le explico que sus compañeros la esperan, le explico que ella tiene que cumplir su obligación de llegar a horario... le explico, le explico, y nada! Ella sigue acostada. Llegan las 7:30, 7:40 y la nena (8 años) sigue en la cama!!! Mi paciencia se agota, le grito, y ella llorando empieza el berrinche. Llora en lugar de apurarse, dice que está cansada. Que quiere dormir. Le digo que ya durmió, que ahora es hora de ir a la escuela. Que debe levantarse y rápido! Se levanta chinchuda, y me dice que tiene sueño, que a mi no me gustaría que me despierten así. Que ella es sólo una nena y que yo soy la que debe vestirla. Y se queda gritándome que soy mala madre que no ayuda a su hija a vestirse. Entonces la visto, y ella no hace nada por prenderse botones o cerrar cierres, todo lo tengo que hacer yo. La peino rápido y le caliento la leche que a veces la toma fria, porque les hago la leche a las 7. Llegando las 7:50, casi siempre vestida, y peinada, le pido que se ponga las zapatillas y se queda sentada, mirándome o mirando la nada... No se las pone!! Le pongo las zapatillas con bronca! Y le pongo a los dos las bufandas y gorras de abrigo. Salimos de casa y nos lleva unos minutos llegar a la escuela. A las 8:00 en punto cierran la puerta. Y ella llega casi siempre 8:06, 8:10, 8:15... aprox. Cuestión: todos los dias llega tarde y el hermano también, él más tarde, entra 7:50 y llega 8:10, 8:15, 8:20, aprox!! La directora del jardín me dijo que no lo recibe más si no llega a horario. Verdaderamente no se cómo hacer en las mañanas. He probado con música, chocolate, pan con manteca, galletitas diferentes, cosquillas, y hasta le he dicho que si se levantaba temprano tendría unos 15 minutos para patinar; eso ha sido un incentivo, pero a la hora de sacarse los patines, todo es igual! La amo! Pero a veces me siento agobiada!! Yo soy remolona y vueltera, también, no lo niego, también soy de llegar tarde, pero ella está empezando su vida escolar y quiero que no viva todas las cosas que pasé yo. La verdad a veces creo que hay algo que hago mal y no descubro qué es.
El tema que al estar sola con ellos no se cómo hacer para que se apuren, o que hagan las cosas por si mismos. Algunas veces les digo que ellos van teniendo más edad y que cuando una persona crece, va teniendo que aprender a hacer cosas para ella misma. Porque los papás hacían las cosas por / para ellos totalmente, cuando eran bebés, pero a estas edades, ellos deben hacerlas para sí mismos. Y no consigo que las hagan. Me siento frustrada!! Hasta cuándo van a seguir con esto de esperar de mi que les haga todo? Higiene, vestirlos, peinarlos: mamá, y ahora, desde hace muy poquito, empezaron a querer bañarse solos. Siento que les hace mal que yo les haga todo eso. 
De chica, mi madre nunca estaba. Ella trabajaba mucho y yo he aprendido a hacer todo sola! Desde los tres años me bañaba sola, y hasta lavaba la ropa interior. Desde los siete años me peinaba sin ayuda, y tenía el pelo largo hasta la cintura. Nunca más me arrancarían el pelo, ni mi abuela ni mis tías!!
Claro que entiendo que ellos son otras personas, claro que no les pido que sean como yo. Pero quisiera saber cómo guiarlos a que ellos comiencen su propio cuidado. La higiene personal, el vestirse solos, atarse los cordones, etc. Por supuesto, que yo no intento que lo hagan como yo. Ni a la misma edad que lo hice yo. Pero el tema es: a qué edad lo debieran hacer? Cómo hago para ayudarlos a ser independientes en esto?"

RespuestaGabriela planteas algunas cuestiones que exceden los objetivos del taller y que serían mejor conversarlas por privado, por ejemplo nos contas parte de tu infancia y como esto puede estar afectando a la crianza de tus hijos. Te preguntas cuándo serán independientes, sin embargo no creo que sea el principal problema. 

Voy a tomar parte de tu relato para reflexionar en este espacio grupal. 

Respecto a la escena que relatas en principio te propondría que antes de preocuparte por cuándo harán solos sus cosas pensaría en cómo lo pueden hacer para que no sean tan conflictivas todas las mañana. Sin dudas podemos identificar como la causa del conflicto: los celos entre hermanos. Por lo que contas la conducta de tu hija está intensificada por diferenciarse del hermano. "Él lo hace en 20 minutos y fácil yo voy a hacer lo opuesto". Tendrías que buscar la forma de poder revertir esta situación. Que ella no llama la atención de esta forma. 
Podrías probar con cambiar la rutina. Empezar primero con ella, decirle: “mañana te voy a despertar primero a vos”. Vestila si es necesario pero sin enojo sino como un mimo por levantarse temprano, y proponer un tiempo para disfrutar juntas: “hacemos desayuno de chicas". Proponerle que viva esa mañana como un tiempo exclusivo entre ambas. Luego despertar al hermanito que sabes que rápidamente estará listo. Qué te parece?

Nuevo mensaje de Gabriela
Les cuento que esta mañana desperté a mi hija con besos, cosquillas y una cucharada de dulce de leche, mimos y abrazos! Dejé al nene durmiendo. Creo que fue sanadora la mañana, porque se levantó mucho más rápido y menos perezoza que otros dias. Y se que anoche se durmió tarde, yo volví tardísimo. Y les cuesta seguir la rutina cuando no estoy en casa y se quedan con mi madre. La vestí y peiné teniendo en cuenta que ella todavía no lo puede hacer, que lo hará seguramente cuando pueda, y no hubo gritos. Me dio un abrazo largo y me dijo que me ama mucho, que soy la mejor mamá que ella pudo haber elegido. Que ella sabía que yo iba a poder tratarla con todo el amor que tengo en el corazón. Yo la abracé y el dije que las mamás también aprendemoa todos los días. Y le di un beso, le dije que la amo como a nadie, y que se hacia tarde, que le pedia por favor que llegara temprano. Y llego solo dos minutos tarde, muho mejor que otros dias. Me alegra haberme anotado en este taller. Creo que no tiene precio. Permite RE-CONSTRUIRSE A SI MISMO. Concuerdan? Bueno, tal vez no todos lo necesitan, pero a mi me hace bien. 

La verdad ayer fue un día muy de mucha emoción. Por años estaba buscando ser una madre distinta a la que era. Y con dejar de escuchar esas palabras que dicen sobre mi hija "es una vaga", "te manipula", "hace lo que quiere", "asi le va a ir en la vida!", y lo que dicen de mi que no le doy bola, que le tengo que pegar con una varilla en las piernas, que soy blanda, que no tengo caracter, que me dejo dominar, y un sin fin de comentarios que desde hoy pongo a la hoguera... Decía que con dejar de escuchar todo eso que siempre me resonaba en la mente, pude concentrarme en mi objetivo: Mejorar la mañana. Y creo que lo hice. Hoy se despertó en 20 minutos. Sin gritar. Remoloneó, pero se levantó con ganas de desayunar y ayudó a vestirse. Es un avance, importante!! Estoy feliz Mariela, mil gracias por este taller!! Se que tal vez, haya que mejorar más cosas, pero ya empezamos. Y eso buscaba. Gracias a todos. Abrazos!


Los invito a pensar que les pueden estar pidiendo sus hijos. Que están necesitando. A  veces darle lo que necesitan es mucho más simple de los que nos imaginamos. Tenemos que estar muy atentos para escuchar sus necesidades genuinas.

miércoles, 23 de julio de 2014

EN LAOS LOS NIÑOS NO LLORAN - Irene Garzón


"En Noviembre de 2009 pasé unos 20 días en Laos con mi marido. Recorrimos el país de norte a sur, a nuestro ritmo, ya que no teníamos ruta fija ni los días contados. Laos es un país poco explorado por el turismo ya que solo hace 10 años que se puede visitar libremente. Hasta entonces, las fronteras estaban cerradas a los turistas. Como tal, la influencia que este sector ha ejercido en su sociedad, no ha sido muy grande y hace que la gente se muestre tal y como es a quienes se acerquen a ellos.
Tras unos días en este país, nos dimos cuenta de que “algo extraño” pasaba en Laos. Al poco tiempo nos dimos cuenta de que lo que nos llamaba la atención era que no habíamos oído llantos de niños desde que habíamos entrado en ese país. Al principio no le dimos demasiada importancia y lo achacamos a que simplemente no habríamos coincidido con muchos niños, o con niños llorones, porque ¿cómo no iban a llorar los niños allí? Los niños, sobre todo los que aún son muy pequeños y no hablan, se comunican a través del llanto. Esa es su forma de decir que están incómodos, que les duele algo, que algo no les gusta… es su forma de avisar a los suyos de que algo no va bien.
Con esa primera sospecha, empezamos a fijar nuestra atención en los niños y sobre todo en el papel de los niños en la sociedad laosiana. Pronto empezamos a entender la principal diferencia entre los laosianos y los occidentales. Estos niños no son el centro de atención de las familias. Son uno más. Están bien atendidos, sin ninguna duda, pero los adultos no paran su ritmo de vida por ellos. Si hay un bebé en la familia, todos los miembros se ocupan de él pero ninguno en especial. Si necesita un cambio de pañal, alguien lo cambia, y si el bebé rechista, inmediatamente alguien lo coge en brazos. Si el bebé se calma, esa persona sigue con lo que estaba haciendo, con el bebé a cuestas.
Aún hay más. La inmensa mayoría de los laosianos llevan un pañuelo grande atado a modo de bandolera y según vimos, lo llevan vacío, sin niño. Sólo ponen ahí al pequeño cuando éste lo pide.
Un día en un hotel-restaurante regentado por una familia, nos estuvimos fijando en los tres hermanos que estaban allí. Dos eran chicas preadolescentes y el tercero era un niño de unos 18 meses. Éste estaba todo el rato en brazos de una de sus hermanas. Las chicas estaban con los clientes, risueñas y simpáticas con todo el mundo. Cuando llegó un occidental de unos 30 años, supongo que huésped del hotel, las dos fueron a estar con él y hablaban animadamente entre los tres. Ese chico hablaba laosiano, por lo que era de entender que para él fuese más fácil entablar amistad con ellas. En un momento determinado, la chica que tenía al bebé en brazos, le dio el niño a este chico y fue un momento realmente cómico, pues se le veía muy incómodo, sujetando al bebé con los brazos estirados sin saber muy bien qué hacer con él. Las hermanas reían y volvieron a coger al niño que cómodamente volvió a sentirse a gusto en el regazo conocido.
En Laos, todo el mundo coge a los niños, todo el tiempo, siempre que estos lo requieren y no se plantean qué deben hacer con ellos o cómo cogerlos porque es algo que han hecho siempre. Sin embargo para un occidental, tristemente muchos de nosotros, la primera vez que cogemos a un bebé en brazos con cierta frecuencia, suele ser a nuestro propio hijo, y es muy normal oir comentarios de padres primerizos sobre el miedo que tienen a coger a su hijo, a no saber cómo hacerlo, el temor a hacerles daño… Si a esto añadimos las opiniones de supuestos expertos que nos hablan de lo malísimo que es coger a los niños en brazos porque los malcriamos, los hacemos dependientes, luego no van a querer más que brazos, brazos…
En Laos los niños y los adultos son felices, no están “malcriados” y cada uno asume las responsabilidades que pueden asumir a la edad que tienen. Cuidar del más pequeño es responsabilidad de todos desde que pueden hacerlo".


viernes, 11 de julio de 2014

SACAR O DEJAR

¿Cuándo y quién lo saca? o ¿Cuándo y quién lo deja?

Muchos padres y profesionales se preocupan y, en muchos casos, se apuran por SACARLES cosas a los bebes y niños.

Hay que sacarles la teta, sacarles el chupete, sacarles la mamadera, sacarle los pañales, etc, etc, etc. Piensan que tienen que sacar y les preocupa el CUÁNDO.

La propuesta es cambiar el SACAR y pensar en DEJAR. Cambiemos el verbo de la pregunta pero también el sujeto. Que no sea el adulto quién SACA sino que es el niño quien DEJA.

Va a ser muy diferente el accionar de las mamás y los papás. Quiénes pueden acompañar a sus hijos en estos procesos pero sabiendo que son ellos mismos quienes dejan la teta, dejan los chupetes, dejan los pañales, etc. De esta forma, será cuando sea su tiempo, cuando este listo y cuando ya no necesita lo que deja.

Quién DEJA sera en función de sus necesidades y no le habrán sacado algo en función de caprichos adultos.

Confiemos en que los niños van a dejar lo que ya no necesiten, y si no lo pueden dejar es tan simple de que aún lo necesita.

Podemos y debemos acompañar estos procesos pero muy diferentes es forzarlos.

Lic. Mariela Cacciola
Psicóloga especialista en maternidad, crianza e infancia.

jueves, 3 de julio de 2014

Los bebés y la televisión

2° Participación en el programa TV CRECER

Los niños y la televisión


¿Es recomendable que los bebés vean televisión?
¿Los productos destinados a bebés?
¿Es perjudicial? 
¿Necesitan este tipo de estimulación?
¿Qué es mejor para ellos?

Conversamos sobre estos interrogantes en el programa.



domingo, 22 de junio de 2014

29 de junio 2014: Día Mundial del Sueño Feliz



Esta iniciativa surgió por primera vez hace dos años con el fin de realizar una campaña contra los métodos conductistas de adiestramiento del sueño infantil, conocidos popularmente como: métodos Ferber, Estivill o Duermete Niño. Estos métodos básicamente les transmiten a los padres que tienen que enseñarles a dormir a sus bebés dejándolos llorar.
Un grupo de madres, padres y profesionales que consideramos que ningún bebé o niño tendría que ser sometido a este método, nos hemos unido a la iniciativa.
El primer año el objetivo fue lograr que el lema #DesmontandoaEstivill se convirtiera en Trending Topic en Twitter, lo cual se logró durante varias horas de ese día.
El año pasado se eligió el hashtag #adormirfelices.
Desde este espacio proponemos nuevamente que esta campaña continúe este año.

LOS INVITO A PARTICIPAR DEL EVENTO E INVITAR A SUS AMIGOS PARA QUE MUCHAS FAMILIAS CONOZCAN EL DÍA DEL SUEÑO FELIZ.



jueves, 8 de mayo de 2014

El Acostumbrador Enmascarado

"Yo, a mi esposa, desde los ocho meses de casados la acostumbré a dormir sola, por si me tienen que hospitalizar, para que no sufra. También paso un mes al año fuera de casa, sin decir a dónde voy, para que no sufra si algún día la abandono. Y ese mes aprovechamos para dejar a los niños en un orfanato, que tienen que estar preparados por si nos morimos (hay tantos accidentes de coche…)

Mi lema es: sufra ahora, y así no tendrá que sufrir luego".



El Acostumbrador Enmascarado - Carlos González