martes, 11 de febrero de 2014

Las mamás que criamos "con apego" también nos cansamos

Comparto con ustedes un mensaje que recibí hace algunos días y la respuesta. 


Hola Mariela:
Te acordas de mi? Participe en un taller virtual de límites el año pasado. Soy máma de un nene de 4 años y una beba de casi 2 años. Necesito escribirte pero creo que más que un pedido de ayuda es una necesidad de descarga. Estoy muy cansanda. Agotada. Amo a mis hijos, siempre los crie con apego y sinceramente creo que ésta forma de crianza es más cansadora aun. Mi beba sigue tomando teta, aún no duerme toda la noche. Desde que fui mamá deje de trabajar para dedicarme full time a ellos. No me arrepiento de nada, sé que es lo mejor para ellos y para mí que yo esté presente. Pero hay días que no puedo más, no me reconozco. Pierdo la paciencia fácilmente. Ambos se viven peleando y molestando. No logro resolver los conflictos sin gritos y sin desbordarme.
Todo esto me preocupe. Pero lo que peor me pone es que con muy poca gente puedo hablar sobre lo que me pasa. Solo con algunas mamas que compartimos esta forma de crianza porque el resto no lo entiende y me echan la culpa. Lo primero y único que tienen para decir es que tengo la culpa de todo lo que pasa porque yo los crie así, porque yo elegí dejar de trabajar, porque sigo sosteniendo la lactancia, porque no los mando al jardín desde el año,  porque no aplico el “Duérmete Niño”, etc, etc, etc. Jamás dude de que ésta es la forma de crianza que quiero para mi familia, sin embargo igual me canso. Pareciera que no me puedo quejar.
Perdón no quiero extenderme más, quisiera alguna palabra tuya que me acompañe en estos momentos.
Muchas gracias por tu tiempo.
Saludos




Hola:
Gracias por escribirme y confiar en mí para ayudarte con lo que te está ocurriendo.
Lo primero que te puedo decir es permitite estar cansada. La crianza cansa, cualquiera estilo de crianza es cansador, pero sin embargo cuando elegimos la crianza con apego, donde una está presente y le pone el cuerpo cansa aún más. Ponemos el cuerpo y el alma a cada instante. Cada decisión y accionar está pensado para conocer cuáles son las necesidades de nuestros hijos e intentar satisfacerlas. Ponemos toda la energía en comprender y acompañar su crecimiento. Obviamente esto cansa.
Lo mejor que podes hacer es darle lugar a lo que te pasa. Que puedas expresar ese cansancio.
Muchas veces los otros critican esa entrega y disposición que tenemos para nuestros hijos. Entonces cuando manifestamos nuestro cansancio optan por echarnos la culpa por lo que nos sucede o brindar respuestas que nada tienen que ver con nosotras. Es llamativo que las “soluciones” de algunas personas cuando nos escuchan decir de este cansancio es sólo pensar en acelerar la separación. Cortando las lactancias, dejarlos llorar para que duerman, enviarlos a jardines maternales antes de tiempo, etc. Estas opciones no tienen en cuenta las necesidades de los niños. Sólo la de los adultos. “Necesitas descansar, entonces dejalos y hacelo”. Pero incluso también desconocen a quien se lo dicen. Pretenden anular las elecciones que sostiene una mamá que cría con apego que ante todo quiere respetar a su hijo. Los consejos que te dan no hacen más que negar tu estilo de crianza.
Que sintamos cansancio e incluso que nos quejemos nada tiene que ver con arrepentirnos de nuestra elección. Las mamás que criamos con apego nos cansamos, no hay que negarlo y sabemos que eso no nos hace dudar de la forma en que queremos criar a nuestros hijos. Nada ayudan las críticas y las soluciones mágicas.
Nos ayuda que nos entiendan. Nos ayuda que nos abracen. Nos ayuda que simplemente nos escuchen.
Por eso lo ideal para cuando atravesamos estos momentos de tanto cansancio como los que contas es que busquemos ayuda en aquellas personas que sabemos que nos van a entender, que nos va a sostener. Acudir a quien le puedo mostrar mis sombras, mi cansancio, mi agotamiento, mis necesidades y que me va a brindar sus brazos y sus palabras para acompañarme.
Pensa quien o quienes son esas personas especiales en tu vida que pueden conectarse con lo que realmente necesitas y pueden acompañarte en estos momentos.
También quizás te sirva organizarte para contar con un tiempo en el cual puedas dedicarte a vos, una actividad que te brinde distracción y bienestar para volver a recuperar energías para dedicarte a tus hijos.
Te felicito por tu familia. No dudes volver a escribirme cuando lo necesites.

Cariños.
Mariela Cacciola

Datos de Contacto

viernes, 31 de enero de 2014

FEBRERO 8° TALLER VIRTUAL: "La comunicación de los límites"



Para mayor información podes leer nuestras entradas sobre:

Introducción: La comunicación de los límites
Modalidad del Taller Virtual


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miércoles, 22 de enero de 2014

¿Qué es la Crianza Consciente?


Crianza respetuosa, crianza con apego y crianza consciente; no son distintas formas de nombrar lo mismo. Por el contrario cada una tiene sus características. En artículos previos escribí sobre la crianza con apego y la crianza respetuosa.
En esta oportunidad quiero hacer referencia a que involucra SER CONSCIENTES a la hora de criar a nuestros hijos.
La crianza consciente implica:
  • Un gran conocimiento de la infancia.
  • Tomar decisiones informadas.
  • Compromiso y presencia.
  • Animarse a abrazar la propia infancia.
  • Indagar sobre nosotros para estar alertas y saber cuándo aparecen en lo cotidiano las sombras de aquellos niños y niñas que fuimos.  
  • Enfrentarse con la propia experiencia, con los modelos vividos y aprendidos, para no limitarnos a repetirlos.
  • Jugarnos por realizar elecciones genuinas y no siguiendo mandatos familiares o sociales.
  • Conocer los límites, no sólo de los niños sino fundamentalmente los propios.  
  • Ser consciente de las emociones, las nuestras y las de nuestros hijos.
  • Considerarnos responsables de las decisiones que tomamos y que estás afectan el comportamiento de nuestro hijo.
  • Hacernos cargo de las elecciones y de las consecuencias.

Cada niño es especial y cada familia es única. Como mamás y papás tenemos que saber que no hay recetas, ni instructivos que podamos aplicar en su totalidad en nuestra casa. En la crianza consciente es fundamental la búsqueda de información, pero siempre confiando que la respuesta final la encontraremos explorando en nuestro interior.
Para ser consciente en la crianza es importante aceptar nuestro pasado, interrogarnos a cada paso, y comprometernos a cada instante.
Es disfrutar del camino elegido sabiendo que no tenemos todas las respuestas, pero que estamos en la búsqueda de aquellas que son las mejores para mí y mi familia. Aceptar que en este camino nos podemos equivocar pero que de los errores se aprende.
Desde la crianza consciente se ve a los hijos como maestros, los padres guías y el crecimiento es compartido. Es permitirse transitar el camino desde la exploración y el aprendizaje. 
La crianza consciente es animarse a crecer junto a nuestros hijos.

Lic. Mariela Cacciola
Psicóloga especialista en Maternidad, Infancia y Crianza
Coordinadora de Dulce Crianza

martes, 3 de diciembre de 2013

Dulce Crianza en CHILE



LOS CAPRICHOS: ¿Existen?

Hace unos días escucho decir a una colega, psicóloga, que un bebé de 3 meses si llora por no querer estar en el cochecito, llora de CAPRICHO.
No puedo evitar indignarme frente a esto y reflexionar ¿Qué es un capricho? ¿Qué entiende la gente por capricho? ¿Qué un bebé quiera upa? ¿Qué un niño quiera un juguete? ¿Qué quiera mirar tele? ¿Qué quiera elegir que comer? ¿Qué quiera elegir que ponerse? ¿Qué no quiera irse de la plaza?
Seguramente mucha gente sostiene que los niños tienen que comer lo que el adulto quiera y cuando el adulto quiera, tiene que ponerse lo que el adulto quiera, tiene que jugar cuando y con que lo que el adulto quiera, tienen que hacer todo lo que adulto disponga y fundamentalmente tienen que aceptarlo y no querer otra cosa. Porque de lo contrario será por puro CAPRICHO. Me pregunto ¿Quiénes son los caprichosos? ¿LOS NIÑOS O LOS ADULTOS?
En mi forma de entender la infancia: NO EXISTEN LOS CAPRICHOS, EXISTEN LAS NECESIDADES, EXISTEN LAS EMOCIONES, EXISTEN LOS DESEOS, de los niños al igual que de los adultos.
Claro está que no siempre podemos acceder a ese deseo, pero ese es otro tema. Si puedo o no acceder a lo que quiero es otra discusión tanto para los adultos como para los niños. Pero no creo para nada justo hablar de deseo en los adultos y hablar de capricho en los niños.
Nombrar como CAPRICHOS algunos comportamientos es la mezcla perfecta entre una visión adultocentrista de la infancia y a un gran desconocimiento de las verdaderas necesidades de los bebés y los niños.
Lo peor es porque al sancionar algo como capricho, tiene implícita la idea que hay que ignorarlo. Esto está muy lejos de lo que considero que hay que hacer.
Para un desarrollo emocional saludable del niño tenemos que escuchar a nuestros hijos y entender lo que nos piden. Pensar que es capricho nos aleja de ellos.  Estemos cerca y atentos a los que nos piden y a lo que necesitan. Esto nos va a permitir evaluar si puedo darle lo que necesita o de lo contrario acompañarlo en la frustración que esto le genera.
Muchas veces es un trabajo para los padres darnos cuenta qué es lo que realmente nos están pidiendo. En el caso de ese bebé de 3 meses, lo que necesitaba era estar en brazos, contacto físico, no hay nada por descubrir. Quizás es más difícil en niños más grandes, muchas veces le podemos dar lo que piden sin conflictos. Pero a veces piden una cosa y después otra y luego otra. Nuestro trabajo es descubrir qué nos está pidiendo realmente, qué es lo que necesita y qué es lo que le está pasando. A veces los niños realizan reclamos para los padres, piden de ellos, pero no encuentran otra manera de pedirlo ya que no son escuchados.
Obviamente en muchas oportunidades no podremos darle lo que nos pide, pero si yo leo su pedido como CAPRICHO me voy a enojar porque no comprende o no acepta que lo que le decimos. En cambio si yo empatizo con él, si yo entiendo que quiere algo y que lo frustra no poder acceder, lo voy a comprender, lo voy a consolar y voy a buscar la manera de acompañarlo en el malestar que esto le produce.
Sí en vez de reconocer que mi hijo tiene necesidades y deseos, entiendo que tiene CAPRICHOS, lo estoy privando de mucho, y no me refiero a no darle lo que quiere. Lo estoy privando de: aprender a elegir, aprender a crear acuerdos, aprender a tomar decisiones, aprender a conocer sus gustos, aprender a manejar sus frustraciones. Lo estoy privando de un papá y una mamá que lo comprenda, lo acompañe y lo contenga.


Lic. Mariela Cacciola
Psicóloga especialista en Maternidad, Crianza e Infancia. 
Coordinadora de Dulce Crianza

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PRÓXIMA FECHA TALLER VIRTUAL
"LA COMUNICACIÓN DE LOS LÍMITES": 
19 DE JUNIO


martes, 19 de noviembre de 2013

La experiencia de algunos participantes del TALLER VIRTUAL

En total 125 mamás y papás han participado de alguno de los seis TALLERES VIRTUALES: “La comunicación de los Límites”.

COMPARTIMOS ALGUNOS COMENTARIOS RESPECTO A LO QUE MÁS LES GUSTO DE SU EXPERIENCIA EN EL MISMO.
“Me encantó todo, buena comunicación, buen intercambio. Una experiencia que me llevó nuevamente a la reflexión y a reforzar convicciones y pensamientos que ya venía elaborando y que aún no tenían marco teórico.”
“La reflexión, el cuestionamiento, amplié mi visión sobre los límites y los recursos. El saber que los valores son la base para que se den naturalmente. Ya exprese mi alegría por haber participado del taller, la propuesta y la forma planteada me parecen muy buenas.”
“El video fue revelador, me sentí muy identificada. Lo miramos con mi esposo e incluso con mi hijo y nos despertó mucha angustia y a la vez ganas de ser mejores padres para él”.
“Lo que más me gusto es la información de los módulos, la manera de explicar los contenidos, con ejemplos claros y cotidianos, la contestación de Mariela a todos los interrogantes que planteábamos en el foro, el espacio y el intercambio con demás mamas. Puntualmente me pareció súper interesante lo de criar hijos obedientes o respetuosos y me gustaría conocer más herramientas para lograr esto, porque considero que lo mejor que le puedo ofrecer a mi hijo es la posibilidad de ser libre en todos los ámbitos de su vida y su desarrollo, con respeto y responsabilidad.”
“El cambio de punto de vista del ‘poner’ límites a ‘comunicar’, y la importancia de hallar el eje de las frustraciones”.
“Los módulos fueron excelentes, y aunque tengo bastante leído de Carlos González y Laura Gutman, lo vi como un resumen súper practico y explícito del tema de los límites. El taller me pareció esclarecedor de muchas cuestiones, los módulos de fácil lectura, lo que facilitaba la lectura en tiempos de trabajo y rutina; muy puntuales con la temática y los ejemplos muy buenos y reflejados en la vida real. Me pareció muy bueno, recomiendo el taller y me anotare a nuevos. El foro excelente, es muy alentador encontrarse con mamas que piensan desde un punto en común con una, es difícil en esta sociedad este tipo de pensamientos!!!”
“Lo que más me gusto y resulto útil de taller: fueron varios los puntos que rescato del taller y que me gustaron: 1- crianza con respeto: creo que esto es fundamental para poder escuchar a nuestros hijos y comprender sus tiempos; 2- tolerancia a la espera por parte de los padres; 3- acompañar a los hijos a conocer el mundo de manera positiva, brindándoles herramientas para poder elegir; 4- lugar/ función de los padres: paciencia, dedicación, estar disponibles (y no a partir de nuestras necesidades sino pensando en los niños)”.



NUEVA FECHA DE INICIO DEL TALLER VIRTUAL: 
12 de AGOSTO

jueves, 22 de agosto de 2013

Compartir nuestras actividades con los niños

Muchas veces los padres tenemos obligaciones domésticas que ocupan tiempo que podríamos estar dedicándole a nuestros hijos. Jugar con ellos no es solamente sentarnos con sus juguetes o formar parte de su juego.


Es muy entretenido para los niños participar de nuestras actividades. Se divierten, aprenden, juegan, exploran y adquieren responsabilidades. Esto tiene múltiples beneficios: paso tiempo con mi hijo, participa de mi obligación y aprende a cooperar en las actividades de la casa.

Por ejemplo, podemos lavar los platos junto a ellos, cocinar, colgar la ropa, podemos pedirles que nos ayuden a guardar la compra del supermercado, ayudarnos a tender la cama, poner la mesa, etc.

Siempre adecuándonos a su manera de realizar las cosas y teniendo en cuenta que la actividad no la vamos a realizar de la misma forma ni en el mismo tiempo que si la realizamos solos.

Lo mismo podemos hacer con cosas que les solicitamos a ellos. Cuando los niños son pequeños rara vez nos harán caso si les pedimos que guarden los juguetes y seguramente somos las mamás y los papás quienes terminamos juntando todo. Será diferente el resultado si les proponemos ayudarlos a juntar sus juguetes y realizamos la actividad junto a ellos.


Podemos transformar algunas de nuestras obligaciones en momentos compartidos con nuestros hijos.