martes, 26 de septiembre de 2017

Historias de mamás y papás en primera persona - HOY: "MI PEPPA CULPA”


¡Necesito escribir en un día como hoy! Hacía tiempo no me “nacía” agarrar la pc, un archivo nuevo de Word; y empezar el catártico tipeo! Un día en que mis fuerzas psíquicas y corporales no dan más de agotamiento, pero las más derrotadas son mis fuerzas emocionales (¿si cabe la
adjetivación?!).

En un día donde reina la soledad en mi hogar, y no porque este sola físicamente, de hecho; tengo a mi hijito al lado, sino porque me siento sola en alma.

"Sola”; palabra que repito con vergüenza, con culpa (el porqué de esto… es largo de contar, es mi propia historia y no cabe contarla ahora).

“Sola”; palabra que empecé a usar desde hace rato ya, pero que se me incremento durante el embarazo y la maternidad.
Palabra, que trato de repetir sin "Peppa" Culpa (a mi hermana, la “Doña Culpa” … la llamo así porque eso siento a veces; cuando no aguanto más a mi hijo y le pongo los capítulos de Peppa en internet)

Leo mucho, me esfuerzo por estar informada. Leo de madrugada cabe aclarar, en la oscuridad; con solo a penas la luz del celu iluminando la habitación. Momento del día donde busco leer y sentirme identificada con algo o alguien, con algún
escrito, con alguna nota de algún blog, donde me “de” herramientas emocionales, intelectuales; herramientas que desesperadamente necesito para sobrellevar mis días (¡lo
ruego!).

Estoy suscripta a varios blogs de Maternidad, ¡a varios ehh! Algunos de autoayuda maternal como me gusta decirlo, otros de recetas sanas y fáciles de cocina para niños (e incluso para
toda la familia … y sí...si la hacemos bien; ¡que sea pa toditos!) pero la pucha! como me cuesta pensar solo en mí!!

¡No sé qué es eso; no lo mame; no lo aprendí de chica; me lleve esa materia a marzo! ¡Puede ser la única materia en la que falle en toda mi vida académica! ¡Que idiota! ¡Cuánta autoexigencia! ¡Cuánta poca autoestima!… cuanto pedido de aprobación tácito siempre para con el resto… y a la vez …olvidándome de mi propio resto.

En un día como hoy; donde quedo en carne viva de alma…se me hace mella mi maldita autoexigencia como mama, mujer y ahora también como emprendedora; ¡increíble! en vez de
disfrutar; ¡de sentirme orgullosa!; me sigo rodeando de más soledad, más angustias, más llantos. Sera porque es lo conocido??!! Sera porque en esos lugares si soy una genia??!!! 
Sera porque puedo ser la MAAAS angustiada del planeta…. ¿O las MAAAS sola del Universo??!!

¡Repito como loro que las mamas hacemos lo que podemos, pero yo no lo aplico! ¡No lo ejerzo! ¡No se cómo!

Un día como hoy me vuelvo a apoyar contra la pared… me dejo caer (¡pero no vencer! ¡Resistir es lo mío!). Me encorvo y me flexiono para adentro como un “bicho bolita” de esos que andan
en lugares donde hay humedad. ¡Odio la humedad!

Un día como hoy ... de mucha "Peppa" Culpa… vuelvo a ser esa niña autoexigente, esa nena “perfectita” de notas altas en el colegio, de premios en literatura desde muy chica; ¡esa nena
descuidada por los adultos, esa nena violentada, esa nena que solo por ser nena no sabía cómo pedir amor, tolerancia y presencias. ¡Si!!! qué lindo y diferente hubiera sido todo no??!!
(yo siempre tan idealista y soñadora)

¡Un día de mucha Peppa Culpa como hoy es un día para dedicarme a mí! (ahora que puedo por
unas horas) ¡Un día para seguir aprendiendo de la vida, del disfrute! y sobre todo un día para
dejarme abrazar y amar.

¡Gracias a mi hermosa maternidad por enseñarme a vivir como pueda!

¡Gracias a las mujeres que me abrazan desde diferentes lugares, gracias hijo y gracias eternas a mi compañero de vida que me acompaña paternando también el cómo puede!

Pd: ¡y gracias mil a Peppa!"



Gracias Andrea por compartir estás hermosas palabras <3

domingo, 3 de septiembre de 2017

¿Qué pasa cuando los adultos de la pareja tienen diferentes estilos de crianza?



ENTREVISTA REALIZADA PARA EL BLOG "CRIANDO PENSAMIENTOS"


¿Qué pasa cuando los adultos de la pareja tienen diferentes estilos de crianza? ¿Qué pasa cuando ante un mismo hecho su reacción es totalmente opuesta? ¿Hay modo de conciliar? ¿Podemos evitar entrar en conflicto permanente por cuestiones referidas a la crianza de los hijos?


Se trata de un problema sin duda muy sensible que afecta a miles de hogares y por el cual decidimos consultar a Mariela Cacciola, Psicóloga especializada en Primera Infancia y Crianza.


Mariela, ¿qué pasa cuando los adultos tienen diferentes estilos parentales frente a la crianza de los niños? Es un tema muy recurrente en las consultas que llegan a nuestra página y a nuestro grupo de Facebook. 

MC: Es un muy buen tema para pensar. Surge en todos los talleres. Los diferentes modos de crianza en la pareja. Que inevitablemente están en relación a los modos en los que cada uno fue criado y en la capacidad de cada uno de cuestionarse y no simplemente repetir el modo. El modo de crianza propio está tan arraigado que hace que no sea simple modificarlo a quien no esté dispuesto a hacerlo. Es inevitable que esto traiga conflictos en la pareja, no solo si fueron criados diferentes sino cuando uno sí está dispuesto al cambio y el otro no.


¿Y cómo encontramos un equilibrio?

MC: Para resolver esto en principio debemos apostar a la comunicación, poder conversar, reflexionar juntos que es lo que quieren para sus hijos y su familia. Poder establecer ciertos criterios y ponerse de acuerdo. Esto es lo fundamental, el diálogo. Pero si esto no ocurre, algo que siempre menciono en los talleres es que los chicos van aprendiendo los modos de cada uno y que pueden hacer con cada uno. Muchas veces nos han trasmitido que tenemos que tener un único criterio frente a ellos. Que mamá y papá se tiene que poner de acuerdo, y “bajar una sola línea”. Obviamente esto es lo ideal en ciertos temas pero no en todos.


¿Entonces cómo procedemos ante un tema en el cual no logramos ponernos de acuerdo?

MC: Lo fundamental es cuando están ambos juntos frente al niño no desautorizar al otro. A veces no se ponen de acuerdo, cada uno tiene sus propios criterios, mamá, papá, la abuela o la señorita en el jardín, se diferencian en sus modos y permisos. Ellos van a aprendiendo que pueden hacer con cada uno y que no. Ellos van aprendiendo la modalidad de cada uno. Si es necesario se le puede aclarar, mamá te deja hacer esto, papá no, o al revés. Ellos aprenden, supongamos que mamá es más respetuosa y da explicación a cada cosa que hacen, y papá no, simplemente dice no y no explica más, ellos van a asimilar esas diferencias y sabrán que esperar de cada uno. Esto más para lo cotidiano, reitero, que en las cuestiones más importantes lo ideal es poder ponerse de acuerdo, tanto para el beneficio de los niños como para la pareja.


¿Y si notamos que las diferencias son irreconciliables?

MC: Si no se pueden escuchar ni conciliar, consultar con alguien que pueda generar un espacio para que puedan escucharse y llegar a un acuerdo.



Las palabras claves, entonces, parecen ser dialogar, escuchar, conciliar, respetar, cuestionar. ¿Nos cuestionamos lo suficientemente a menudo el modo en que fuimos criados? No dudemos del cariño y dedicación de nuestros padres, pero sí permitámosnos reconocer que hoy día la información es mayor y el avance de las neurociencias ha modificado algunas creencias antiguamente muy arraigadas.


Dediquemos tiempo a conversar entre adultos, a leer juntos y escucharnos. Y si las diferencias nos acorralan, pidamos ayuda. Ayuda profesional, quizás, o simplemente apoyo en otros padres y madres que buscan encontrar ese equilibrio tan necesario.